Resulta que las bellas no son tan deseables, después de todo. Según una investigación de la revista British Journal of Psychology, los hombres prefieren a las chicas con rasgos faciales “masculinos” (léase no-bonitas) cuando se trata de relaciones duraderas.
Donde sí reinan las “lindas” –o, en su nombre científico: mujeres de “rasgos femeninos”– es en las relaciones furtivas y pasajeras. Los hombres prefieren optar por chicas que no destaquen físicamente sobre las demás.
Lo malo es que a los galanes les va igual de mal, según un artículo de la revista Maxim. Para la convivencia o la procreación, las mujeres también prefieren a un feo exitoso que a un aspirante a William Levy.
Los científicos detrás de este estudio explican así los resultados: nuestra admiración por las bonitas es proporcional a nuestro miedo a los cuernos. Nadie quiere que lo adornen, lo cual –según la ciencia– es más probable al lado de una pareja atractiva.
Sin embargo, el estudio también concluye una aparente contradicción: tanto hombres como mujeres aspiran a reproducirse con los más bellos (léase, los más saludables) para asegurar una descendencia igualmente fuerte y sana.
Al final, la ciencia termina confirmando lo que cualquiera sabe: que las relaciones de pareja son un dolor de cabeza…
Fuente: sabiasundato

